En mi post anterior prometía uno nuevo dedicado exclusivamente a África. Al menos, a las zonas más conflictivas y muy especialmente a aquellas en que el hambre y la muerte campan a sus anchas. Que, por cierto, no solo es en el «Cuerno» de África, zona única a la que los medios y gobiernos del primer mundo dedican sus atenciones y algún dinerillo, aunque debo reconocer que el «Cuerno» es una región de muerte continua y hay que hacer todo lo posible y rápido para frenar un poco -solo un poco- la desgracia.
Mapa del Cuerno de África: crisis, emergencia, hambre y sed. Urgente.
He leído mucho en los últimos meses sobre las catástrofes en el mundo y especialmente en diversas zonas de África. Se culpa de ello a la sequía principalmente y, como no, al cambio climático en última instancia. No. Las causas del hambre, la sequía, la miseria y la muerte hay que buscarlas ante todo en la corrupción. Corrupción de gobiernos, de traficantes, de mandatarios del primer mundo, de administraciones muy deficientes e ineficaces para los pueblos. Y muy beneficiosas para los corruptos, corrompidos y corruptores. Ahí es donde hay que empezar a mirar si se quiere poner remedio a tanto desdios. Porque las desigualdades en África son flagrantes: en los países en que uno puede poner el pié, hay toda una industria del lujo dedicada al que tiene mucho dinero. Al lado, la miseria es el no-pan de cada día para los lugareños.
Kenya. Lujo para un turismo de ricos.
Kenya. Así viven los nativos.
Más de mil millones de personas tienen hambre en todo el mundo. Buena parte de ellas están diseminadas por África. En el Cuerno y alrededores, más de 12 millones están en peligro de muerte. Parece que el hambre y la sequía solo existen en Somalia pero en Kenya, Etiopía, Djibuti y Uganda también arrastran miseria y hambre. Según datos de la FAO son 27 los países africanos que necesitan ayuda de forma inmediata. 20 millones de africanos, desde Angola a Somalia, pasando por Biafra, la franja del Sahel, también conocida como «el cinturón del hambre»- (Senegal, Malí, Mauritania, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Chad, Camerún, Djibuti, Eritrea y Sudán), Malawi, Zimbabwe… languidecen enfangados en la necesidad. Y casi todos estos nombres le suenan de algo ¿verdad?. Le suenan de lo mismo: guerras, hambre y miseria permanentes y hambrunas extremas en algunos años, motivo por el que se habla de esos países y por el que sus nombres suenan casi familiares. Efectivamente, sus nombres nos acompañan desde hace 40 años ¡CUARENTA! de hambre en África.
Mirando hacia el sur en el mapa de África, se encuentra Zimbabwe. Es un país rico en minerales preciosos y famoso por sus diamantes. Hace décadas, está al frente del país un ser llamado Robert Mugabe. Permite y alienta campos de tortura, que han sido denunciados no hace mucho, junto a los yacimientos de Murange. Y eso que allí se garantiza (falsamente, parece obvio) el Sistema de Certificación del Proceso de Kimberley, creado en el año 2000 para evitar que los famosos «diamantes de sangre» patrocinen guerras o acciones violentas.
Uno de los comedores de la casa particular del presidente de Zimbabwe.
Uno de los dormitorios de la mansión de Mugabe. Oro y terciopelos para el tirano.
Mármol y oro macizo en uno de los 25 cuartos de baño de la mansión personal de Mugabe.
Mientras Mugabe vive en una mansión personal tan rica como hortera, su pueblo muere de hambre y enfermedades. El sida afecta a más del 50% de la población, igual que el paro. Siendo un país tan rico, es uno de los más pobres del mundo. Todos los dias largas colas de refugiados esperan a entrar en Sudáfrica.
Zimbabwe. Niños esperando agua y algo de comer.
Frontera de Sudáfrica. Hombres de Zimbabwe esperando para entrar a un campo de refugiados. Foto Darryl Evans/MSF
Kenya es un país promocionado como lugar idóneo para un turismo rico, lugares idílicos, exóticos. He visto miles de fotos colgadas en internet por viajeros en vacaciones. Puestas de sol, lugares maravillosos, hoteles de lujo, villas fantásticas, animales en reservas fuera de serie… Ni una foto de hambre, miseria, pobreza. Como mucho alguna «nota exótica» de nativos ataviados con trajes festivos.
Kenya, destino exótico para el turismo.
La Kenya de los kenyatas.
Pero está allí. Existe la miseria. Mas de tres millones y medio de personas están afectadas por la crisis alimentaria. La ONG «Acción contra el Hambre» denuncia que en Kenya la sequía está también haciendo estragos. Uno de cada cuatro niños tiene desnutrición aguda. Los ganados mueren en caminos y arenales que en otro tiempo fueron tierras de labranza. Los cereales, el agua y el combustible se venden a precios inasequibles para los que lo han perdido casi todo. La violencia está presente en muchas zonas.
Pueblo de Kenya. Violencia en las calles.
Ganado muerto de sed y hambre en los campos. Foto AFP
Malawi es un pequeño país, al lado de Zimbabwe. Es un país pobre, sin apenas recursos. Sus gentes viven de la agricultura y mueren de sida en buena medida. De los 14 millones de habitantes que tiene, en el año 2005 cinco millones, cinco, estuvieron al borde la muerte por hambre. Causa: el Gobierno del país decidió no destinar recursos al desarrollo de la agricultura. La deforestación y la sequía hicieron el resto. Siguen muriendo hoy día. Igual que Níger, otro de los países más pobres del mundo. El pasado año, en el «cinturón del hambre», en el Sahel, murieron tres millones de niños menores de 5 años por malnutrición.
África muere de desesperación e impotencia. Foto Reuters
El olor a muerte en los caminos es insoportable. Foto AFP
Una se pierde en la inmensidad de las cifras de los afectados y los muertos. Me abruma el problema, las cifras de millones de afectados, me deprime África entera, con sus pueblos que mueren de hambre y sus gobernantes que son apoyados y enriquecidos con las ayudas que se envían desde esto que hemos dado en llamar el primer mundo. Por encima, una sola cifra martillea en mi cabeza: 40 euros, 40 euros, 40 euros!. Es lo que se necesita para 40 días de tratamiento a un niño desnutrido y salvarlo de la muerte.
El problema principal de Somalia, el país donde se ha declarado la hambruna y un montón de enfermedades oportunistas, es que vive desde 1991 en estado permanente de guerra civil. Ese primer año la guerra provocó la muerte por hambre de más de 300 mil personas. Desde entonces, es un país que muere poco a poco. Solo en la capital Mogadiscio hay un gobierno que no sirve para nada. Ni manda ni organiza ni gobierna en el resto del país. Diversos clanes luchan entre sí para tomar las riquezas naturales. Irónicamente, Somalia que muere de sequía, posee uno de los acuíferos de agua dulce mas caudalosos del mundo. Sus costas eran ricas en pesca, que esquilman los grandes barcos (entre ellos los españoles) y es una zona de tránsito de los grandes petroleros provenientes de Oriente Medio. Tiene además gas y petróleo.Situación estratégica cara a Oriente Medio y el petróleo son la causa de que los USA hayan ido a meter las pezuñas y ser la base de una gran catástrofe humana.
El hambre que no se puede calmar. ¿Son las migajas que nos sobran?.
Un ejército se va imponiendo en el país, la UTI, islamistas con un cuerpo de élite formado por Al Qaeda. Esa fué la excusa para que en el 2006 Etiopía, con la ayuda de los USA (¡cómo no!) invadiera el país y se masacrara a miles de víctimas civiles. Pero el mundo parece haberse olvidado del mismo diablo de barras y estrellas que siempre está detrás enredando. Y ahí radica el fondo del problema. Huidas, trasiegos, movimientos humanos… Miles de somalíes huyen hacia los países limítrofes. Casi un millón está fuera del país, el 90% en Kenya. En Dadaab existe un campo de refugiados previsto para 90 mil personas y ya está con casi 400 mil.
Campamento de refugiados somalíes en Kenya.
Por otra parte, un millón y medio se han convertido en desplazados internos. Huyen del sur, donde impera la mayor sequía y se internan en el país para llegar a Mogadiscio, la capital, y recibir asistencia.
Este niño huyó del sur de Somalia y consiguió llegar, al borde de la muerte, a un hospital de Mogadiscio. Foto EFE
Podría seguir escribiendo de países de África, de sus riquezas que disfrutan algunos y la miseria y el hambre que mata a millones. Podría seguir enseñando imágenes realmente conmovedoras, terribles. Pero estoy al borde de mi capacidad de condolencia. El dolor me puede. Solo una última imagen de los más perjudicados: los niños y las mujeres.
Un niño muere en brazos de una madre desnutrida también.
Pero ¿le importa de verdad a alguien?. ¿Nos importa de verdad a alguno?. Si es así, hay que condolerse menos y pasar a la acción. Aunque la acción no guste a los señores de la guerra. Hay que luchar. Por nuestra propia dignidad y la de ellos.
África, Somalia, Kenya… ¿hay redención para todos ellos?. Veinte millones al borde del abismo. ¿Hay manos libres para cogerlos?.