Casi 44 millones de personas se han visto obligadas a salir de su lugar de origen y buscar algún otro lugar en el mundo donde su vida pueda ser más digna, o más segura, o simplemente, donde se pueda sobrevivir a la hambruna y la miseria. No parece lógico que en un mundo donde una parte de él vive seguro en su ambiente, en su medio social y con la despensa tan llena que los alimentos sobran y se desperdician, no estemos sensibilizados con el terrible problema de los refugiados, esos casi 44 millones de seres que se ven necesitados a salir de su lugar de origen por las condicones miserables o por rencillas políticas tribales, o por otros motivos. En torno al Día Internacional del Refugiado hay que detenerse un momento y estudiar algo de la situación real. El informe que ofrezco, es un primer avance sobre un problema que debería afectarnos a todos.
Niño en brazos de su madre. Son refugiados de Burkina Faso.
Desconocer qué implica la condición de refugiado conlleva una menor atención, que se agrava cuando ni siquiera se les reconoce este estatus.
La seguridad frente al riesgo es uno de los indicadores que mide el desarrollo humano, aquel que no se fija solo en el crecimiento económico porque estima que son necesarios otros factores para alcanzar una situación de bienestar. También la gobernabilidad es un síntoma de estabilidad, que hace más cómoda la vida de los ciudadanos. Sin embargo, los refugiados no disfrutan ni de una ni de otra. En el Día Mundial del Refugiado se recuerda su situación, a menudo desconocida y, por lo tanto, con apoyos insuficientes para superarse.
Una niña espera a ser recogida por un camión de ACNUR en la frontera entre Liberia y Costa de Marfil. Foto ACNUR/ G. Gordon
El Día Mundial del Refugiado, que se conmemora cada 20 de junio, quiere en esta ocasión rendir homenaje a 43,7 millones de personas que se han visto obligadas a abandonar su hogar. El lema elegido es «Ni una emergencia sin respuesta», cuyo objetivo es sensibilizar a las personas para que conozcan más sobre un grupo que, a menudo, se confunde o se ignora. «Esta fecha es un reconocimiento a la fortaleza y esperanza de millones de personas a las que ACNUR ayuda a rehacer sus vidas tras huir de la violencia, la guerra y la persecución», precisa el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. La ONG Alboan recuerda además que hoy en día se contabilizan en el mundo alrededor de 50 millones de personas desplazadas de forma forzosa: ocho de cada diez son mujeres y niños, los más vulnerables. Por todos ellos, Alboan ha puesto en marcha una iniciativa en Facebook (www.facebook.com/alboan) y en Twitter (@ALBOANongd) para animar a los usuarios de ambas redes sociales a hacer un clic solidario por los derechos de las personas refugiadas y desplazadas.Por su parte, CEAR ha hecho público el informe 2011 «La situación de las personas refugiadas en España», que detecta un descenso «hasta su mínimo histórico» de las peticiones de asilo: solo 2.738 personas accedieron al procedimiento durante el año 2010, precisa el informe. Este dato «es el número de solicitudes más bajo en 21 años» y supone casi un 9% menos que un año antes, cuando la caída en el número de expedientes aprobados fue de un 33,6%. En cuanto a la concesión del estatuto del refugiado, se firmó para 260 personas, mientras que la protección subsidiaria se concedió a 351 personas y la protección por razones humanitarias, a 20 personas. En total, detalla el infome, 631 personas recibieron algún tipo de protección internacional, frente a las 10.445 personas que encontraron cobijo en Alemania, las 8.495 personas de Suecia o las 6.435 personas de Reino Unido. En cuanto a los países de acogida, Pakistán fue el país que acogió a más población refugiada en su territorio (1,7 millones), seguido de Irán (1,1), Siria (1,0), Alemania (593.799), Jordania (450.756) y Kenia (358.928).
Situaciones actuales más graves
Esta jornada recuerda, en especial, a quienes en la actualidad se enfrentan a las situaciones mas graves: miles de personas desplazadas en
Libia y en Costa de Marfil. Los conflictos que aquejan a ambos países favorecen los desplazamientos masivos. Solo en Libia, ACNUR estima que más de 800.000 personas han huido de la violencia. A todos ellos se intenta dar cobijo en campos de refugiados, que al menos les garanticen «un techo y acceso a los servicios básicos».
Ciudadanos escapando del suburbio de Abobo. Foto: ACNUR/ H. Caux.
En Costa de Marfil, miles de personas se han trasladado a la frontera con Liberia. «El trauma, la escasez de alimentos y la malaria agravan la situación de estas personas, que no pueden volver a sus casas y no tienen acceso a asistencia médica adecuada», describe Médicos sin Fronteras. Esta entidad detalla cómo muchos desplazados han vivido en primera persona «actos brutales de violencia o han visto a otras personas ser acuchilladas, quemadas o asesinadas». Algunas experiencias son tan duras, que viven aterrorizados y en un estado de ansiedad continua.
Por qué huyen los refugiados
Los refugiados huyen de su país obligados: por tener fundados temores de ser perseguidos por motivos de raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas o pertenencia a un determinado grupo social. «Solo en Colombia se estima que en los últimos 50 años, más de cuatro millones de personas se han visto desplazadas como consecuencia del conflicto armado», añade Alboan, que apoya númerosos programas de ayuda a personas refugiadas y desplazadas forzosas en África, Asia y América Latina.
En su huida, llegan a un país, el país de asilo, donde gestionan una solicitud de asilo. Por ello, es fundamental que en el lugar de destino se regule de forma adecuada la figurada del refugiado y asilado. Para garantizar su protección. El mandato principal del ACNUR es la Convención de Refugiados de 1951, donde se explican las características que ha de cumplir una persona para considerarse refugiada. «Los migrantes, especialmente los migrantes económicos, deciden mudarse con el fin de mejorar las perspectivas de futuro de sí mismos y sus familias. Los refugiados tienen que moverse si quieren salvar sus vidas o su libertad», distingue este organismo.
Historias de personas refugiadas
Algunos refugiados son menores, que huyen de conflictos armados a países cercanos
¿Cómo saber qué siente un refugiado? Nada como ponerse en sus zapatos. Esta campaña de ACNUR invita a calzarse a quienes tengan interés en conocer más sobre las personas refugiadas. La campaña continuará hasta diciembre para concienciar sobre las circunstancias de los refugiados y desplazados en el mundo y en el propio contexto español, explica el Comité español del ACNUR.
Los zapatos son especiales, ya que son los de los propios refugiados. Al clicar en cada uno de los pares, se abre una nueva pantalla donde se lee la historia de una persona refugiada. Los relatos narrados por ACNUR son variados. Describen cómo las personas huyen porque les obligan a cooperar con grupos armados, porque han matado a algún familiar y tienen miedo a correr la misma suerte, porque viven en países en conflicto, etc. Algunos incluso son niños.
Conocer más sobre los refugiados
Las personas que deseen conocer más sobre la realidad de los refugiados y poner cara a las historias, pueden visitar las exposiciones organizadas durante estos días.
En la Estación Puerta de Atocha de Madrid y en el Parlamento de Andalucía se puede visitar Ancianos refugiados. Fragilidad y sabiduría, que recopila en 42 fotografías «los derechos, las necesidades y los anhelos de la población refugiada anciana, cargada de experiencia y sabiduría». En la actualidad, el 30% de las personas que asiste ACNUR son ancianos, la mayoría mujeres, detalla, por lo que en el Día Mundial del Refugiado se dedica un espacio importante a ellas, «que han ido envejeciendo en el exilio» o «se han visto obligadas a huir de sus países por guerras e intolerancia».
Tres generaciones de refugiados en Timor. Foto: ACNUR/ N.Ng.
En la Casa de las Sirenas de Sevilla y en la Biblioteca Municipal de Cornellà, los protagonistas serán los jóvenes en la exposición «Jóvenes Refugiados. Salir del Exilio. En la la Estación del AVE de Toledo se puede visitar «Escuchamos las voces de los refugiados y desplazados.
(Informe: Azucena García).