Cuenta Der Spiegel esta semana una cosa muy curiosa. (Para poner en antecedentes a los lectores, añadiré que el Spiegel es como la «biblia» de cientos de miles de alemanes: lo que allí se dice no se cuestiona y «va a misa»). Bueno, la curiosidad tiene que ver con los piratas de Somalia y cómo una compañía naviera alemana con sede en Dortmund ha encontrado la forma de estropearles la jugada. Vamos, el secuestro de barcos y personas.
El «Magellan Star» es un carguero que formaba parte de un convoy que pasaba por el Índico cerca del «cuerno de África». Era el tercero de los barcos que componían la expedición. Por estas cosas del mar, el «Magellan Star» acabó separado de la «troupe», momento que aprovecharon los piratas de Somalia para abordar el barco y subir a bordo.
El «Magellan Star» con un cargamento, tiempo antes de ser abordado por piratas somalíes. Foto: DPA/Dr. Peters Gruppe
Una vez arriba «¿qué diablos pasa aquí?. ¿Dónde está la tripulación para secuestrarla y pedir un rescate?». «Esto no está pasando, no puede ser un barco fantasma» . Buscaron y volvieron a buscar por todo el barco: nadie. Cabreados como monos, no se les ocurrió mejor idea que llamar a las oficinas de la compañía naviera, Dr. Peters Gruppe de Dortmund. «¡Oigan, que aquí no hay nadie para secuestrar y pedir un rescate. Esto no es serio. Digan dónde se han metido los marineros, el capitán, todos¡» . Los navieros alemanes no hicieron caso de la llamada, no dieron ni una pista, claro. Y de repente ¡clac!. Los motores del barco se paran. A pesar de ser unos motores sofisticados, los piratas somalíes saben latín e intentan ponerlo en marcha. Nada, no arrancaba. No había forma de (más…)